Sunday, September 30, 2007

Teorías King Kong



Virginie Despentes vs Simone de Beauvoir por palincestos

Virginie Despentes, octubre 2006: Kin kong Theorie
Luego de muchos años de estudio, he deducido que, de todas formas, la femeneidad es una cojudez. Es el arte del servilismo. Se puede llamar a eso femenenidad y hacer algo con glamour. Masivamente es solo el arte de comportarse como inferior. Entrar a una pieza, ver si hay hombres, tratar de gustarles. No hablar alto, no hablar en tono categórico, no sentarse con las piernas separadas, no expresarse en un tono autoritario, no hablar de dinero, no desear el poder, no buscar el prestigio ni reírse muy alto. Gustar a los hombres es un problema complicado que significa borrar toda voluntaf de poder. Durante ese tiempo, los hombres, aquellos de mi edad, por ejemplo, no tienen edad, ni corpulencia. Cualquier imbécil, enrojecido por el alcohol, calvo, panzón y look podrido, puede permitirse reflexiones desagradables sobre las mujeres si no las encuentra sufientemente buenas, o decir cosas innobles si es que no se las pueden tirar. Son las ventajas de su sexo. Pero es raro que sean Bukowski, la mayoría de las veces es algún tarado de mal gusto. Estar acomplejada, he ahí lo femenino. Borrarse. Saber escuchar. Y no brillar intelectualmente. Lo mínimo como para oír a algún bello y comprenderlo. Hablar es femenino, todo lo que no deja huella. Nada de grandes discursos, ni libros, ni grandes proezas. Las cosas pequeñas. Lindas, femeninas. Los hombres, no rush, pasamos nuestro tiempo en comprenderlos, cuidarlos, mimarlos como madres consentidoras (...) Escondan sus heridas, señoras, eso podría herir a su torturador. La palabras siempre confiscadas. Una mujer peligrosa dijeron?
(...) Las que ocupan los mejores sitios son las que hacen alianza con los más poderosos. Las más capacitadas para callarse cuando las engañan, permanecer cuando las humillan, y adular el ego de los hombres. Las otras, las furiosas, las que reniegan de su cuerpo y su belleza, las cabezas fuertes, son asfixiadas, anuladas. Non grata en el pastel

Simone de Beauvoir, El segundo sexo, 1949
En efecto, el hombre representa hoy en día el positivo y lo neutro, es decir, el macho es el ser humano, mientras que la mujer es tan solo el negativo. Cada vez que se conduce como un ser humano, declaran que se identifica con el macho; sus actividades políticas, deportivas, su deseo por otras mujeres, son interpretadas como "protestación viril", nos negamos a aceptar los valores hacia los cuales ellas trascienden, lo que conduce evidentemente a pesnar que hacen una inauténtica elección subjetiva. El gran malentendido sobre el cual reposa el sistema de interpretación, es que admitimos que es lo natural para els er humano hembra para hacer de sí misma un ser femenino: noes suficiente ser heterosexual, ni incluso madre, para realizar este ideal; la verdadera mujer es un producto artificial que la civilización fabrica como antes se fabricaban castrados; esos pretendidos instintos de coquetería, de docilidad, le son impuestos como al hombre el orgullo fálico, sin que no acepte siempre su vocación viril; la mujer tiene todavía más razones para no aceptar la que se le ha asignado.

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